Día Internacional del Reciclaje – Más que reciclar: prevenir residuos y transformar hábitos desde la universidad
Cada 17 de mayo se conmemora el Día Internacional del Reciclaje, una fecha que va mucho más allá de separar residuos o buscar un contenedor de colores. Esta efeméride nace con un objetivo más profundo: promover la prevención en la generación de residuos, invitándonos a repensar nuestros hábitos de consumo, a tomar decisiones más conscientes y a transitar hacia un modelo de vida donde el residuo idealmente no exista.
Por Fabiola Barriga, Secretaria ejecutiva del Consejo de Sustentabilidad, Universidad Católica de Temuco y Representante Institucional de la Red Campus Sustentable

En la Universidad Católica de Temuco, esta reflexión ha sido asumida con responsabilidad. En los últimos años, el reciclaje y la gestión de residuos han sido parte de una estrategia más amplia de sustentabilidad institucional. Pero hoy, más que nunca, comprendemos que reciclar no es suficiente. Necesitamos avanzar hacia la reducción y prevención, incorporando cambios estructurales en nuestras prácticas diarias, decisiones de compra y cultura organizacional.
Desde esa mirada, iniciativas como el descuento del 50% en cafeterías por el uso de tazas reutilizables, que por tercer año consecutivo se implementa en el marco de esta fecha, son más que una promoción: son señales claras de que el cambio es posible cuando se incentiva y se facilita. Además, durante todo el año, se mantiene un descuento del 10% para quienes evitan el uso de vasos desechables, reforzando así el compromiso constante con la reducción del residuo en origen.

Representante Institucional UCT RCS
Otro paso importante ha sido la incorporación de criterios sustentables en los procesos de compras y adquisiciones. A través de lineamientos institucionales, se busca que las decisiones de compra consideren el ciclo de vida de los productos, priorizando insumos reutilizables, reciclables, de menor impacto ambiental y que, de ser posible, provengan de proveedores locales o certificados en buenas prácticas. Esto no solo reduce la generación de residuos, sino que también posiciona a la universidad como un actor coherente entre lo que enseña y lo que practica.
En términos más amplios, la UCT ha fortalecido su Plan de Gestión Integral de Residuos (PGIR), que permite una mejor trazabilidad de lo que generamos, mejora los puntos de recolección y promueve la valorización de residuos reciclables y orgánicos, como los que actualmente se compostan en algunos campus. A esto se suma el programa de Oficinas Sustentables, que ha servido para educar, medir avances y fomentar la participación activa de funcionarios/as en la transformación de sus espacios de trabajo.
Sin embargo, hablar de reciclaje y prevención también nos obliga a reconocer las tensiones y desafíos que enfrentamos. Si bien se han impulsado acciones desde distintas unidades y existen esfuerzos valiosos de parte de estudiantes, docentes y funcionarios/as, aún no podemos hablar de un cambio cultural profundo. La ruta está trazada, sí, pero su concreción es incierta. A menudo, nos enfrentamos a una indiferencia que duele, a una resistencia a transformar hábitos que ya no son sostenibles. En tiempos donde el planeta exige decisiones urgentes, pareciera que muchas personas aún no logran ver —o no quieren ver— la magnitud del problema ni su responsabilidad en él. Esa desconexión, esa erosión de la conciencia y del sentido de cuidado, es quizás uno de los obstáculos más difíciles de remover. Aun así, seguimos insistiendo, sembrando, con la esperanza de que el compromiso crezca y eche raíces.
En este Día Internacional del Reciclaje, la invitación es clara: repensar antes de reciclar, prevenir antes que desechar, y transformar antes que acumular. La Universidad Católica de Temuco ha dado pasos decididos, pero el verdadero impacto vendrá cuando esta visión se extienda a todo el quehacer universitario y, desde allí, al territorio que habitamos y compartimos.