“Se requiere un esfuerzo país importante en educación para lograr hábitos ambientalmente saludables”

Por estos días se está a la espera del Reglamento de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (ley REP, promulgada en 2016) que obliga a la industria a reciclar una proporción de los envases y embalajes que genere. A propósito de la materia, Óscar Mercado, presidente de Red Campus Sustentable y director del Programa de Sustentabilidad de la UTEM, se refiere a la realidad chilena y la proyección de esta propuesta, analizando el rol de los diferentes actores en un escenario que, a su juicio, requiere potenciarse desde los hábitos y la educación.

Sustentabilidad, envases biodegradables y compostables, cuidado con el medio ambiente son solo parte de las palabras y los principios que en los últimos años se vienen escuchando en el mundo de la producción y uso de envases de papel y cartón. Es que en el mundo entero la tendencia a fabricar envases que no contaminen, que no contengan plásticos y que tengan la capacidad de biodegradarse en un tiempo determinado es cada vez más creciente.

En términos generales, ¿en qué pie se encuentra la industria del embalaje y packaging en Chile en materia de sustentabilidad en lo que respecta a los envases?

De manera muy general se podría afirmar que la industria del embalaje y el packaging se han comportado en Chile siguiendo tendencias mundiales de este rubro. Por una parte, se ha avanzado enormemente en el diseño de nuevos envases más resistentes, con menos uso de material y más económicos, como parte de la optimización de los procesos productivos; ahora bien, esta optimización de materiales no conlleva necesariamente a que los nuevos embalajes sean considerados como sustentables, o sencillamente reciclables, toda vez que no existe aún el Reglamento de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (ley REP, promulgada en 2016) que obligue a la industria a reciclar una proporción de los envases y embalajes que genere.

No existiendo una obligación legal, la industria no tiene como norte avanzar hacia envases y embalajes reciclables. Sin embargo, en el intertanto, y preparándose para la aparición del reglamento que indique porcentajes y metas de reciclaje, gran parte de la gran industria ha preparado el camino para poder efectivamente reciclar sus envases y embalajes cuando aparezca el reglamento. De una u otra forma la industria debe avanzar a utilizar materiales que efectivamente tengan la posibilidad de ser reciclados. No todos los materiales utilizados en envases y embalajes tienen la posibilidad de ser reciclados en Chile, y en algunos casos, la capacidad de proceso de esas plantas recicladoras se copa, como sucedió recientemente con los residuos de polipropileno.

Específicamente en materia de cartón y papel, ¿cómo ha sido la evolución sustentable de estos materiales en el tema de los envases?

El cartón y el papel han sido tradicionalmente el mayor volumen de reciclaje en Chile. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente se recicla hasta el 80% de estos residuos. Que aumente o disminuya esta cifra obedece principalmente al precio que presente en el momento, el cual es variable. Tanto el papel como el cartón son por naturaleza fácilmente reciclables y por lo tanto una muy buena alternativa de reemplazo de otros materiales de embalaje como los plásticos.

Respecto de las características de sustentabilidad de estos materiales, tienen sin duda mucho mejor opción que los envases y embalajes plásticos, por las dañinas consecuencias que estos tienen en el ambiente. La evolución de estos materiales está dada más que nada por el uso cada vez mayor de papel y cartón fabricado a partir de los mismos materiales reciclados, lo que evita la fabricación a partir de pulpa de celulosa, con su correspondiente explotación de árboles. En la medida que los embalajes de cartón y papel provengan en mayor medida del reciclaje podemos afirmar que es una alternativa sustentable, muy cercana a la economía circular.

¿Cómo nació y en qué consiste la entrega del premio Sustenta?

El Premio Sustenta es un reconocimiento que la UTEM, junto a diversos ministerios y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, entrega a las empresas que se destaquen por su comportamiento sustentable, en las tres áreas de este concepto: social, ambiental y económico. El premio consta de una rúbrica de evaluación que mide el comportamiento de la empresa en diversos aspectos, sociales, ambientales y económicos, los cuales son auditados posteriormente a las empresas preseleccionados. Este premio nace a partir de una doble necesidad; por una parte, como expresión de la función de vinculación con el medio de la universidad, y por otra, por la necesidad de dar a conocer a la comunidad empresarial las exigencias que hoy se hacen a las empresas para ser consideradas sustentables.

La entrega del premio se realiza en tres niveles. Semilla, para aquellas empresas que recién inician avances en sustentabilidad; Brote, para aquellas empresas que llevan un camino recorrido implementando algunas prácticas sustentables; y Árbol, para aquellas empresas que son un ejemplo de comportamiento sustentable en todas sus áreas. Se entrega anualmente.

¿Cómo calificaría la campaña del gobierno “Chao bolsas plásticas”, podría darle paso a las bolsas de papel y si realmente esto último contribuiría a la sustentabilidad?

Sin duda alguna la campaña “Chao bolsas plásticas”, enmarcada en la promulgación de la ley que prohíbe la entrega de bolsas en el comercio, pone en valor el real peso de una medida de esta naturaleza. La prohibición de bolsas sin duda es un gran avance por cuanto se reduce mucho la posibilidad de que terminen en el entorno, terrestre o marítimo. Es un acto importante, que muestra un camino valioso. Obviamente que es solo la punta del iceberg, ya que la cantidad de otros tipos de plástico que llega a nuestros ecosistemas es enorme. Aquí el problema es el comportamiento humano respecto de los residuos y no el plástico en sí mismo. Todo el plástico que termina en los ecosistemas es producto de un mal manejo por parte del ser humano.

Creo que la medida sin duda es un paso hacia la sustentabilidad, y lo será aún más si efectivamente el comercio reemplaza las bolsas plásticas por bolsas de papel, que es fácilmente reciclable. Si este papel además proviene de papel reciclado puede llegar a constituir un círculo virtuoso muy valioso. Si por el contrario la utilización de papel en sustitución de bolsas plásticas es realizada con papel proveniente de explotación forestal, esto será sin duda perjudicial para el ecosistema, pues generará el aumento de plantaciones de pino o eucalipto en desmedro de la vegetación nativa. Pareciera ser, porque no hay datos concretos disponibles, que al ir aumentando el reciclaje de papel y cartón, la posibilidad de que el nuevo papel provenga del reciclaje aumentará considerablemente”.

¿Qué nos falta por desarrollar en estas materias?

Como sociedad nos falta muchísimo en este aspecto; hoy como país reciclamos cerca del 10% de nuestros residuos, muy lejos de países europeos donde se alcanzan cifras sobre 60%. Como país estamos recién comenzando a tomar conciencia sobre la importancia de un consumo responsable, de la mano de las muchas campañas realizadas y de la promulgación de leyes como la de la prohibición de las bolsas plásticas. El principal problema está, sin duda, en la escasa educación para la sustentabilidad que hemos logrado implementar en Chile. La educación tanto formal como informal no ha sido capaz hasta ahora de generar aprendizajes significativos en nuestro comportamiento a la hora de consumir; medidas como evaluar si realmente se necesita lo que se va a consumir, si se consume preferir productos con menos o sin embalaje, reutilizar residuos, entre otros, no son parte de nuestra habitualidad. Se requiere un esfuerzo país importante en educación para lograr hábitos ambientalmente saludables en nuestro país.

Fuente: Entrevista El Mercurio

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Abril 16, 2019

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